Los videojuegos a menudo se consideran una forma de entretenimiento, pero nuevas investigaciones sugieren que podrían ofrecer mucho más. Robert Redman, profesor asistente de la Universidad de Bradford y exdesarrollador de videojuegos, cree que los videojuegos tienen un potencial significativo sin explotar. Su trabajo explora cómo los videojuegos podrían ayudar con el aprendizaje, apoyar la salud mental e incluso usarse para la capacitación profesional.

¿Pueden los videojuegos apoyar la salud mental?
Explorando el cruce digital-físico
Como parte de su investigación de doctorado, "Transferencia de experiencia: cruzando el límite de la experiencia digital y física", Redman realizó un estudio piloto con miembros de la sociedad de tiro con arco de la Universidad de Bradford. Los resultados mostraron que las personas que jugaron videojuegos de tiro con arco antes de probar la actividad real obtuvieron mejores resultados que las que no lo hicieron. Aquellos que practicaron tiro con arco en la vida real primero también mostraron ligeras mejoras cuando cambiaron al videojuego.
Incluso los arqueros experimentados obtuvieron mejores resultados en el videojuego después de la práctica en el mundo real. Redman llama a este efecto el "cruce digital-físico" y sugiere que es una evidencia de que las habilidades desarrolladas en los videojuegos pueden transferirse a actividades del mundo real.

¿Pueden los videojuegos apoyar la salud mental?
Videojuegos y adaptabilidad cerebral
Redman es un firme defensor de la gamificación, el uso de elementos de juego en situaciones que no son de juego, especialmente en áreas como la educación y el desarrollo profesional. Cree que los videojuegos pueden desempeñar un papel en la mejora de la plasticidad cerebral, o la capacidad del cerebro para adaptarse y aprender cosas nuevas.
"Todos los videojuegos implican aprendizaje", explica Redman. "Ya sea un juego de cartas, un juego de mesa o un videojuego, tienes que descubrir cómo funciona. Ese proceso involucra tu cerebro y te ayuda a desarrollar la capacidad de aprender".
Según Redman, esta capacidad se puede aplicar en las aulas, los lugares de trabajo e incluso en el manejo del deterioro cognitivo a medida que las personas envejecen. También cree que estas habilidades podrían ayudar a capacitar a futuros directores ejecutivos, que necesitan pensar estratégicamente, adaptarse rápidamente y gestionar tareas complejas.

¿Pueden los videojuegos apoyar la salud mental?
Motivación, enfoque y escapismo
Redman dice que los videojuegos son atractivos porque equilibran el esfuerzo y la recompensa. Este equilibrio ayuda a los jugadores a mantenerse concentrados y a sentir una sensación de logro cuando tienen éxito. Lo compara con la satisfacción que siente un niño cuando un maestro le da una estrella dorada.
"Hay mucho valor en la forma en que los videojuegos nos mantienen comprometidos", dice. "Lo vemos en otras áreas también: cuando alguien lee un libro o ve una película, se sumerge en algo y se aleja de la realidad por un tiempo. Los videojuegos ofrecen el mismo tipo de experiencia, con el beneficio adicional de la interacción".
Redman también señala que esta sensación de inmersión ayuda a los jugadores a desarrollar el enfoque y la concentración. Estas son habilidades valiosas que pueden transferirse a tareas en la escuela, el trabajo y la vida diaria.

¿Pueden los videojuegos apoyar la salud mental?
Pensando más allá del videojuego
Si bien la investigación de Redman se centra en los usos prácticos de los videojuegos, también aborda ideas más profundas sobre la realidad y la experiencia digital. Reflexiona sobre la posibilidad de que la realidad misma sea una simulación, un experimento mental que destaca cuán profundamente la tecnología digital se está convirtiendo en parte de la comprensión humana.
"Puede que nunca sepamos la verdad completa sobre nuestra existencia", dice. "Pero los entornos digitales como los videojuegos ya están dando forma a cómo pensamos, aprendemos e interactuamos con el mundo".
Consideraciones finales
La investigación de Robert Redman en la Universidad de Bradford se suma a un creciente cuerpo de trabajo que muestra los beneficios más amplios de los videojuegos. Desde la mejora de la salud mental y la función cerebral hasta la ayuda a las personas para aprender y capacitarse para roles complejos, los videojuegos pueden tener un lugar valioso en la educación, la atención médica y el desarrollo profesional. A medida que la comprensión de estas herramientas continúa evolucionando, su impacto podría ir mucho más allá de la pantalla.


